SIN SALIDA
A veces parece que NO HAY SALIDA
Que ya has probado todo, con todo.
Que ya has hecho todos los recodos del camino y que por ahí, tampoco es.
Y entra esa nube gris, esa negrura, casi se siente la escarcha.
Y con ella el peso de la vida.
Recuerdo aquella época de mi vida, que para mi, también todo eran pérdidas y ataques físicos, síntoma tras síntoma y parecería un sin fin, un SIN SALIDA.
Y sin embargo, todo acaba.
Antes o después, o mejor, con atajos.
Ahora disfruto de libertad de movimientos plenos, disfruto de ello.
Y todo esto para recordarte que de ahí, también se puede salir.
Que por alta que sea la montaña se puede escalar.
Algunos lo harán en buena forma física y sin necesidad de ayuda extra de oxígeno.
Otros, con paradas. Algunos otros, con mucha equipación, incluso, con ayuda mecánica. Hasta en helicóptero.
O, en imaginación, se puede viajar, con fotos, películas, recuerdos.
Se puede escalar!!!!
Hoy vengo a recordarte, que por alta la montaña o por hondo el hueco de la tristeza, se puede salir.
He ayudado a muchas personas a salir de ahí. A reconstruir la sonrisa, el sabor y el amor por el día a día.
A ti, también
Deja una respuesta