
Ayudo a recuperar la alegría, a soltar los miedos, a sanar las relaciones, a vivir feliz
Algunas personas que han trabajado conmigo han dejado sus testimonios para compartir
Mi agradecimiento y afecto por vuestro trabajo y
testimonios. Desde el corazón: ha sido un placer
“Tenía un problema grave para mi, un problema de ansiedad que terminaba como un hábito nervioso de tirarme del pelo. Esto me ocasionaba no sólo un problema emocional sino también un problema importante estético.
Me sentía muy ansiosa y deprimida. Me apartaba de los demás porque me sentía como un bicho raro. Pensaba cosas negativas como que “no valía nada”. Estaba triste y nerviosa todo el día. Estaba encerrada en mi misma.
Me siento satisfecha con la terapia. Aprendí más seguridad en mi misma. Aprendí a relajarme ante situaciones que con anterioridad me creaban ansiedad.
Trabajé mis habilidades sociales. Ahora hago amistades con facilidad. Puedo llevar el pelo largo y cuidármelo sin tener que preocuparme de la alopecia.
Intento ser feliz cada día y lo consigo sólo con pensar que ahora soy capaz de sentirme bien.
Cuando tengo algún día de bajón como todo el mundo recuerdo todo el trabajo realizado, lo pongo en practica y me siento mejor.
Tengo más personas a mi alrededor, gracias a mi optimismo y ganas de hacer cosas con ellos.
Testimonios: Irene
Quiero compartir en testimonios, de qué me sirvió la terapia con Mari Carmen:
Acudí a terapia por pura desesperación e incomprensión. Me pasaban muchas cosas extrañas que no era capaz de entender.
La primera vez que recuerdo que tuve ansiedad tenía 8 años; luego en la adolescencia con las nuevas experiencias me quedaban después malas sensaciones, se repetían en bucle y me daban ganas de vomitar.
Por ejemplo, y esto era lo menos malo, cuando tenía exámenes la noche anterior era terrible y quería morirme de lo mal que me sentía de nervios y no eran nervios normales era algo muyyyy diferente.
Cada vez los miedos iban a peor. Diferentes situaciones terminaba viviéndolas como insufribles de ansiedad y malestar.
Tenía muchísimos síntomas: nerviosismo, palpitaciones muy fuertes, sudores , vómitos , temblor del cuerpo incluso elevándome del sitio del temblor tan grande, inapetencia de todo tipo, miedos , obsesiones, presión del pecho, nudos en la garganta, problemas para respirar, insomnio, intranquilidad, no poder parar de caminar, no poder estar más de 1 minuto en un sitio por agobio , los pensamientos continuos de suicidio no porque yo quisiera hacerlo sino porque vivir con ese dolor tan grande no era posible. un agobio desproporcionado
Vivía episodios extraños que aunque lo sabía no hacia que no los sufriera.
Pensé seriamente en que pudiera tener un problema serio de salud mental.
No me cuesta reconocer que si estoy viva es gracias a la terapia y dedicación de Mari Carmen. Gracias a aplicar todo lo aprendido me mantengo a flote y supero día a día los retos de la vida.
Es cierto que mi infancia no fue fácil.
La terapia cognitivo-conductual me sirvió a ordenar las teorías. Algunas las conocía pero eran ideas desordenadas. Con la terapia conseguí ponerlas en orden y sobre todo diferenciar el porqué aparece la ansiedad.
Aprendí en la terapia estrategias que me sirvieron muchísimo para entender lo que me estaba pasando y cómo hacerle frente. Ahora tengo un método que pongo en practica si siento la necesidad.
Cuando llegó el día de mi boda fue genial. No me dio ansiedad cosa que yo pensaba que si me daría. Antes, cualquier cosa que se saliera de la rutina me daba y ahora puedo dejar de anticipar.
También trabajé en terapia con regresión. Traté más a fondo el temor a ser madre, donde descubrí el porqué tantos miedos a serlo. Cobró sentido el porqué esos sueños desde pequeña y solo eso ya era un alivio porque me sentía menos loca.
Tuve un parto 10 sin ansiedad, maravilloso. Y hoy está aquí mi hijo, con el que vivo los momentos maravillosos de la maternidad y los “agobios” de la falta de sueño, las atenciones y las cuestiones que la vida día a día me plantea.
Han pasado ya 10 meses de mi último episodio y me mantengo con un 1/4 de pastilla y me encuentro muy bien en equilibrio.
He vuelto a estudiar. No me dio ansiedad en los exámenes. No me dio ansiedad en las practicas y aunque a veces estoy muy agobiada porque el niño tienen tendencia a llorar y eso te agota, miro la vida desde el presente desde el día a día.
Testimonios: Verónica
“Tenía continuas crisis de Fatiga que me impedía realizar las tareas cotidianas, aún las más sencillas. Con tanto embotamiento mental que era difícil, vamos imposible, realizar actividades mentales o centrarme en algo como: pagar un recibo, leer o entender un texto o folleto simple, seguir una película, mantener una conversación coherente y algunas cosas que me hacían sentirme enferma.
Estaba con una alta intolerancia a los químicos, tanto los de mi propia casa como los que portaban otras personas en sí mismas, o lo que me encontraba por la ciudad. Esta situación provocaba en mi una alteración tal, que creía volverme loca. No entendía qué pasaba.
Estaba bloqueada por el dolor, me sentía con desesperanza y poca salida.
Después de hacer terapia con Mari Carmen me he sentido más ligera física y mental, he recuperado tareas que tenía hace mucho aparcadas y sobretodo confianza. Ahora sé que es posible superar la inmovilidad.
Me siento con la certeza de que un bloqueo es temporal y superable. Me siento con calma, claridad mental. Y lo mejor es que tengo ilusión por lo cotidiano y por la vida.
Agradezco lo que me ha aportado”.
Testimonios: Salud
Antes de la terapia de pareja los dos estábamos muy irritables, crispados, y a la mínima ya saltábamos. Nos estábamos distanciando mucho. Habíamos olvidado como comunicarnos con dulzura y empatía con el otro. Horrible, era un caos.
Yo, personalmente, me sentía triste, desesperada, perdida, agotada y con mucha rabia. Sentía que no tenía donde agarrarme.
Sentía que lo estaba perdiendo, que se había transformado en otra persona. A menudo, no lo reconocía. Y yo también era otra, a la que ni yo misma me reconocía, y tampoco me gustaba.
Después de la terapia mi situación mejoró. Volvió a primar el respeto, y la buena comunicación. Volvimos a disfrutar de la compañía del otro, a reírnos por cualquier tontería, a relativizar las cosas.
Fue como reencontrarnos de nuevo. Volvimos a sentirnos unidos. Y a sacar lo mejor de cada uno de nosotros.
Si salen pequeños conflictos, ahora los gestionamos bien. Con serenidad, comprensión, y mucha más empatía.
Ahora me siento muy bien, y muy enamorada.
Siento un amor muy profundo hacia él, y siento que es recíproco.
Me siento querida, valorada, útil.
Tranquila, serena y animada.
Testimonios de pareja
En cuanto a mi situación de pareja antes de la terapia me sentía desorientado, culpable, triste… ; de fustración y de sentirme superado, de discusiones continuas.
Con la terapia aprendi a gestionar los sentimientos negativos y a entender los sentimientos y necesidades de mi pareja y como resultado ahora me siento tranquilo, mas seguro. Afronto el futuro con optimismo.
Testimonios de pareja
Ahora me encuentro muy tranquilo en cuanto al tema de volar, no me genera ansiedad ahora el pensar coger un avión.
Cuando te llamé con solo una semana para coger mi vuelo en avión me sentía con mucha ansiedad, angustia, nervios, palpitaciones, estrés. Me sentía perdido, desinformado.
Después de mis dos viajes en avión, el de ida y el de vuelta puedo decir que se acabó el no saber como actuar y que estrategia tomar hacia esa situación.
Ahora me siento “seguro” porque tengo ya información correcta sobre la fobia a volar y una estrategia de actuación para esa situación. Me ha ayudado muchísimo.
Testimonios: Ansiedad
Mi experiencia con Mari Carmen fue de lo más satisfactoria. Después de una sola sesión a la cual acudí emocionalmente alterada, comprendí los distintos frentes que tenía abiertos y que había herramientas concretas para conseguir afrontarlos.
He ganado en claridad, autoconfianza y darme cuenta de las situaciones antes que me pille el tren. La considero una gran terapeuta.