Esos intrusos pensamientos automaticos
No luches contra ellos.
Es el típico, “acéptalos”
Si, ya, ¡¿Cómo?!
Obsérvalos. Valídalos. Están.
Cada vez que intentas hacer que desaparezcan, aumentan.
Para ayudar a entender este mecanismo puedes también leer, la gasolina de los miedos.
Al reconocer que están, parte de la energía que estabas dedicando a que no estuvieran, se libera. Y ahora, tú dispones de este extra de atención para dirigir hacia donde quieras.
Sería algo así como…
Por alguna razón que de momento desconoces, se acerca una nube muy cerca de ti, a tu altura.
¿Que quieres hacer con ella? ¿Huyes? ¿Te da miedo? ¿Huyes porque tal vez piensas que debes evitarla?, ¿huyes aceptando que te va a impregnar?
Y si ¿sólo observas?
Su densidad, su color. Su dimensión. ¿Suena?
Incluso podrías estar dentro de la nube. Entrar, traspasar el límite de la nube.
La nube no mancha.
Tú, no eres nube!!
Tú, no eres tus pensamientos.
Tú no eres eso!!
¿Que son?
Pues eso, pensamientos negativos automáticos. Forman parte de un programa más amplio. De un programa asociado a malestares pasados. Y de ahí la etiqueta de “negativos”, porque recuerdan momentos emocionales no agradables.
Esos intrusos pensamientos automáticos negativos, están potenciados por experiencias previas pasadas que se vuelven a activar ante situaciones parecidas o ante detalles similares que estaban presentes en estas situaciones, y que al estar asociados, evocan momentos pasados de malestar.
Son automáticos, no dirigidos, no conscientes en su inicio. Asociaciones aprendidas que aparecen como señal de aquellos recuerdos anclados en el inconsciente.
Y de ahí su juicio “negativos”.
Podríamos verlo con la siguiente analogía: como una biblioteca digital. Donde cuando pinchas al link te lleva directamente al archivo enlazado a este. Como una tecla de un piano, que al presionar, tensa los hilos, las neuronas, para acceder al sonido, archivo, pensamiento, asociado con esta tecla, situación.
Cómo una forma de recordar.
¡Allí estuve antes!
¡Allí hubo peligro!
¡Allí, no obtuve lo que quise!
Recuerdos de otras heridas del pasado.
Vale, ahora ya sé de dónde viene. Y, ¿qué hago?
• Observa, simplemente observa.
• No te identifiques con ellos.
• Sólo forman parte de un programa asociado.
Como el recuerdo que se evoca al oler palomitas de maíz, a infancia, a hogar, a diversión, a momento de ocio, a compartir. Y desde este recuerdo, ahora sabes, que ya no eres ese niño. Que forma parte del pasado y como tal, se quedó allí.
Que aunque puedas incluso salivar al evocar este olor, este recuerdo, no hace necesario que salgas corriendo a hacer palomitas de maíz. En cualquier caso, hazlo si te apetece.
No es la única estrategia. Sólo es una de ellas.
Seguimos hablando de ellas en siguiente ocasiones.
Déjame tus comentarios. Me gustaría conocer cómo resuelves tú y si este artículo te ha ayudado, compártelo.
Nota: si son muy altos, generan mucho malestar, no dejes de buscar ayuda profesional.
Yo sigo teniendo un pensamiento negativo.
Si, es una emocion del pasado .
Tiene que ver con ” No confiar “.
Abusaron de mi confianza en el pasado y a veces vuelvo a caer en esos pensamientos. Casi siento vergüenza cuando me doy cuenta de que me han engañado.
Mi truco es pensar:
Que no te de vergüenza confiar.
Vergüenza le tendría que dar a la persona que abusa de tu confianza.
Gracias Sandra por compartir ese pensamiento que está anclado a la emoción del pasado y que todavía duele.