Simpático, o no tan simpático
Mejor el parasimpático.
Me encanta el titulo del libro “por qué las cebras no tienen úlcera”. Nos cuentan que sólo usan el mecanismo de la ansiedad, cuando el león llega en caza. Después a descansar, a rumiar. A ponerse en predominio parasimpático.
Y esto es lo que te vengo a contar hoy. Las cebras activan el sistema simpático ante situaciones donde realmente corre peligro su vida.
¿Y por qué?
Porque la activación del sistema simpático ayuda a proteger la vida de los peligros reales pero si lo usas demasiado, te agota. Así que a dejar que vaya en automático, como las cebras.
Este mecanismo funciona de forma aguda, consumiendo muchos recursos del organismo para ello y por lo tanto se agota, agota. Sería como un tanque de gasolina para un coche, si está lleno y tienes que apretar el acelerador te saca de la situación rápido pero si no paras de apretar sin descanso, se agota.
El resto del tiempo, nuestras cebras se ocupan de pastar y estar tranquilas, repostando, llenando sus reservas de energía para una eventual necesidad.
Es más, ni siquiera se preocupan o planifican qué hacer ante un eventual ataque. Sólo viven el momento. “Confían” en que sus recursos estarán preparados cuando requieran de ellos.
Una parte de nuestro sistema nervioso lo conforma el sistema nervioso autónomo. El cual se encarga de las funciones que mantienen la supervivencia como son la respiración, la regulación termal, la presión arterial, etc.
El sistema nervioso automático se comporta como un sistema de poleas, el sistema autónomo simpático sube la activación y el sistema autónomo parasimpático que la baja o refrena.
Cuando hacemos meditación, relajación, noesiterapia buscamos el predominio del parasimpático. El del descanso.
Cuando subimos a la montaña rusa, hacemos puenting o búsqueda de emociones intensas buscamos la activación del simpático. El que hace que las cebras corran y huyan del león.
¿Simpático o no tan simpático?
Los humanos con nuestras capacidades superiores desarrolladas usamos estos mecanismos en diversas situaciones.
Como he comentado usamos la excitación que provoca la subida de adrenalina, activada por el sistema autónomo simpático, para experimentar emociones intensas. Estas experiencias para una parte de la población resultan excitantes, deseables y divertidas.
Mientras, otra parte considerable de personas profundizan en el perfeccionismo del estado parasimpático: el estado de relajación, de meditación, de descanso, de ampliación de conciencia, el reparador.
A las personas con problemas de ansiedad el simpático no les resulta tan simpático. No sólo incomoda, incapacita y hace difícil la vida para estas personas sino que desean desactivarlo. En ocasiones usando psicofármacos para dejar de sentir su activación. Sin embargo, recuerda, la ansiedad protege.
Mejor optamos por mantener al sistema autónomo en forma. Entrenar al organismo para que cuando necesite un esfuerzo tenga la energía necesaria y pueda con ello. Así, el ejercicio, el baile, la actividad moderada ayuda a mantenerlo en forma y prevenimos problemas de salud con el descanso, la meditación, la relajación.
Para no agotar a las suprarrenales, para no consumir energías innecesarias imprescindibles para otros menesteres como estar sanos, felices y contentos. Para no vivir en constante estrés, como si el león, depredador nos fuera a devorar en cualquier momento todos los días.
No es bueno para ti, no es bueno para tu organismo, sólo es bueno para agotar.
En las sociedades desarrolladas por fortuna el riesgo real que corre nuestras vidas se ha ido minimizando. Sin embargo nuestro estilo de vida ha añadido un estrés social, creado. Donde las prisas, exigencias y necesidades creadas han pasado a sustituir a la fiera verdadera. Y con ello el aumento en los problemas de ansiedad.
Se puede enseñar la regulación de este sistema trabajando a su favor, resolviendo esos conflictos que lo disparan en demasiadas ocasiones y que hace incómodo, desagradable y limitado el día día, ya sea por problemas con la ansiedad o con la salud.
Te espero en el siguiente capítulo.
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Lo primero de todo, quiero decir que este artículo me ha encantado, no solo por la forma tan amena con la que has tratado un tema tan técnico como este, sino también por esa manera de abrirnos los ojos y la mente a que lo que pensábamos que era negativo para nosotros y, en verdad, es un aliado a tener en cuenta.
Y, en segundo lugar, yo quiero ser una cebra, lo tengo claro. ¡Qué manera más maravillosa de vivir la de estos animales! Ellos viven el presente y sólo se activan cuando hay un peligro real cerca.
Lo cierto es que últimamente he visto al sistema simpático como una parte de mi organismo muy poco carismática. Sin embargo, al leer tus palabras, creo que, al final, todo está relacionado. La ansiedad, lo que esta activa en nuestro organismo, todo está pensado para ejercer su función, no hemos de tenerle miedo ni acallar su voz. Están para trabajar a nuestro lado y no en nuestra contra.
Gracias de nuevo Mari Carmen por tan fabulosa exposición.
Una vez más aprendiendo de esta gran profesional. Gracias por ayudarme.
Muy bueno Mari Carmen, muchas gracias.
Un placer Pilar. Gracias por estar ahí.
Gracias por los artículos tan interesantes que nos mandas. Todos son para ponerlos en práctica en nuestra vida cotidiana y que no se nos olviden.
A ti Montse por seguirme. Y como dices, a tener en cuenta en el día a día y así hacer la vida má fácil.
Gracias Mari Carmen por tus artículos, aportan información que ayuda al autoconocimiento y a obtener estrategias para afrontar diferentes situaciones que se nos presentan en lo cotidiano. Siempre agradecida de haberte conocido!!!
Satisfacción mutua, Romina. Complacida de acercar el conocimiento que otorga poder.
¡Muy buen artículo!
Gracias, Ana por tu aportación. Un placer compartir nuestro funcionamiento.