Resolución de problemas
A veces los problemas se acumulan.
Sólo suman.
Estás en una época de resolver, resolver, resolver. Sin darte cuenta, todo se para porque viene algo nuevo, más importante, más urgente, más prioritario.
Como si fuera el fin del mundo, tu agenda se para y te dedicas en exclusivo a eso, a eso urgente.
Y sin embargo, todos reconocemos esa sensación de estar tan abstraídos, concentrados que se olvida el mundo, el resto, lo otro. Y así, todo lo demás, pasó a tercer escalón. Perdió todo su fuerza, su urgencia, su reclamo.
Y esto se repite. Cuestión, tras cuestión. Entre urgencias y abstracciones.
¿Te pasa? ¿Te ha pasado? Seguro que si.
Esto nos viene a decir, que nada es prioritario. Vale: casi nada.
Todo no es urgente para la vida. Al menos, míralo así: no de forma urgente, prioritaria, de ya para ya. De morirse YA. ¿Estás de acuerdo?
Y como ya he mencionada en Simpático o no tan simpático, algunas cuestiones las vives de esta forma. Activando las señales del simpático.
¿Y que hacer para resolver problemas?
1º La madre de la ciencia, la paciencia.
2º Técnica para soportar la paciencia.
En broma, te seguiría diciendo: medita, para que el exceso de estrés pase, pase y sólo, aprovecha el momento.
La técnica como método para soportar la paciencia
Buen sistema de gestión o resolución de problemas.
ah, y que conste que considero saludable la practica de la meditación.
1º Define el problema en términos objetivos.
“Lo que me gustaría resolver es…”
Cuanto más tangibles, medibles, cuantificables mejor para afinar, concretar en la/s solución/es.
2º Enfócate en la/s solución/es
¿Que quieres conseguir?
¿Que necesitarías cubrir para dejar de tener ese problema?
3º Lluvia de ideas
Que no significa que truene, si no que dejes caer tantas ideas como se te ocurra sin abrir el paraguas ahora, en este punto. Es decir, no censures ninguna, sólo deja caer las ideas. Y, anótalas.
De ideas “locas”, pueden salir otras alternativas que nunca hubieras contemplado. Y lo mejor de ello, podrías luego combinar varias de estas alternativas para llegar a la solución.
Otra ventaja en cuanto al aplazamiento del juicio en este punto es el que te permitas expresarte. Te dejes ser creativa. Te pongas flexible.
Flexibilidad: habilidad que ayuda en la resolución de problemas.
Asegúrate de anotar soluciones distintas, variadas, incluso disparatadas.
4º Ventajas e inconvenientes.
Después de tener un montón de posibles soluciones. Valora. Valora cada una de ellas por separado.
¿Que ganarías si llevaras a cabo esa alternativa? ¿Que ganarían las personas de tu entorno con ello?
¿Cómo te sentirás con esa alternativa hecha realidad?
¿Solucionarías el problema que has definido al principio?
No te olvides, de hacer las valoraciones no sólo a corto plazo, sino también a medio y largo plazo.
¿Cómo te sentirás con esta solución dentro de una año o de 5 años? Considera estos tiempos si este aspecto es valorable para esta situación.
Incluso puedes puntuar cada ventaja e inconveniente con números. Son los tuyos, la puntuación subjetiva, lo que para ti pese cada valoración. Ahora, si entra tu juicio.
Una vez valorada cada alternativa por separado puedes tener la visión más clara para poder ir a la solución.
No es un buen planteamiento sólo generar dos alternativas a valorar. Entre si o no; entre blanco o negro. Recuerda: existen los matices, la combinación y la creatividad.
También: Nunca llueve a gustos de todos. Por lo que hay que tomar decisiones. Ventajas, inconvenientes.
5º Toma de decisiones
No LA solución, sino aquella solución que combine más ventajas y menos inconvenientes en todos los plazos valorados, corto, medio y largo plazo con sus puntuaciones.
Una vez tomada la decisión no acaba todo. Ahora vienen los puntos importantes.
6º Plan de acción
Desglosar por etapas y por escritos los pasos necesarios para llevarlo a cabo la decisión o solución que acabas de tomar.
Con frecuencia una solución lleva etapas que hay que cubrir para la consecución final. Y hay que tenerlas en cuenta para no encallarse y caer en el pensamiento de “No hay solución”.
Ordena los pasos necesarios para llevar a la practica tu solución.
Y ponte a ello. Ponte en marcha. Acción. Haz.
Puedes ponerte plazos. Programar tu agenda. Listar en qué momento llevarás a cabo cada paso para así optimizar el proceso.
Técnica como ves, es lo se necesita para llevar a cabo la resolución de problemas. Todo un proceso.
Te puedes entrenar con temas sencillos e ir subiendo en los más complejos. Pero así es como en general tomamos las decisiones. Siguiendo, mejor o peor todo este proceso de resolución de problemas.
7º Revaluar
Especialmente relevante este punto.
Después de un tiempo en marcha la solución elegida conviene revaluar las consecuencias de esta acción o acciones. En resumen:
¿Conseguiste tus objetivos?
¿Ha cubierto los puntos definidos como problema?
¿Que ajustes necesitarías?
¿Estás satisfecha?
De estas respuestas saldrá la satisfacción en este proceso de resolución o la contemplación de un nuevo proceso de resolución de problemas para ajustarse a los objetivos.
Déjame tus comentarios. Me gustaría conocer cómo resuelves tú y si este artículo te ha ayudado, compártelo.
Si te cuesta resolver problemas puedes trabajar conmigo codo con codo para hacer más tuyo todo este sistema y más.
Gracias por estar ahí.
que gran artículo !!! así parece muy sencillo !! gracias .
¡Que bueno!. Espero que lo puedas aprovechar y que nos cuentes tus resultados. A por ello. Un abrazo Inmaculada
Gracias por tu generosidad al compartir tu conocimiento, con ello, haces felices a muchas personas, yo soy una de ellas.
Me alegra que te guste. Reconoces lo que tienes. Un fuerte abrazo Yolanda.