
Si estás leyendo esto, quizás en muchos momentos te sientas así:
- Harta de peleas y discusiones que no solucionan nada.
- Cansada de tirar del carro, del peso de la relación.
- La convivencia se ha vuelto muy incómoda.
- Te empiezas a plantear si vas a estar mejor sola.
- Estás resistiendo porque todavía te acuerdas del antes, cuando os lo pasabais bien.
- Te sientes fracasada y a ratos deprimida.
- Las relaciones sexuales se han resentido, ya no es lo de antes.
- Los problemas del día a día, de la vida os han ido distanciando.
- No quieres separarte pero así tampoco estás a gusto.
- Aún piensas que hay algo por recuperar.
Quieres llevarte bien con tu pareja
Con la terapia de parejas conseguiréis:
- Salvar la relación.
- Volver a la fluidez en la relación, a ese “fácil” que se siente cuando estabais bien antes juntos y que ahora no sabes dónde se fue.
- Vais a aprender cómo entenderos.
- Una comunicación efectiva donde los mensajes lleguen tal cual tú los sientes. Si, te va a entender.
- Compartir: la responsabilidad y la diversión.
- Pasarlo bien juntos.
- Llegar a acuerdos ventajosos para los dos.
- Aprenderéis estrategias para continuar la relación de forma renovada para ahora y para después.
- Aprenderéis como resolver los problemas juntos.
- Ahora hablareis el mismo idioma para entenderos y sentiros bien.
- Mejorar la intimidad.
“Antes de la terapia de pareja los dos estábamos muy irritables, crispados, y a la mínima ya saltábamos. Nos estábamos distanciando mucho. Habíamos olvidado como comunicarnos con dulzura y empatía con el otro. Horrible, era un caos.
Yo, personalmente, me sentía triste, desesperada, perdida, agotada y con mucha rabia. Sentía que no tenía donde agarrarme.
Sentía que lo estaba perdiendo, que se había transformado en otra persona. A menudo, no lo reconocía. Y yo también era otra, a la que ni yo misma me reconocía, y tampoco me gustaba.
Después de la terapia mi situación mejoró. Volvió a primar el respeto, y la buena comunicación. Volvimos a disfrutar de la compañía del otro, a reírnos por cualquier tontería, a relativizar las cosas.
Fue como reencontrarnos de nuevo. Volvimos a sentirnos unidos. Y a sacar lo mejor de cada uno de nosotros.
Si salen pequeños conflictos, ahora los gestionamos bien. Con serenidad, comprensión, y mucha más empatía.
Ahora me siento muy bien, y muy enamorada.
Siento un amor muy profundo hacia él, y siento que es recíproco.
Me siento querida, valorada, útil.
Tranquila, serena y animada.”
Marta
“En cuanto a mi situación de pareja antes de la terapia me sentía desorientado, culpable, triste. . . ; de frustración y de sentirme superado, de discusiones continuas.
Con la terapia aprendí a gestionar los sentimientos negativos y a entender los sentimientos y necesidades de mi pareja y como resultado ahora me siento tranquilo, más seguro. Afronto el futuro con optimismo.”